Su carrera militar empezó con 10 años de servicio activo en las Fuerzas Aéreas estadounidenses, donde trabajó en sistemas de radar y comunicaciones, y en contramedidas electrónicas como técnico de aviónica.
Las competencias de Tenhaaf reparando aeronaves resultaron valiosas durante los 13 años siguientes que pasó en la Guardia Nacional, puesto que los tanques M1 están equipados con motores de turbina como los de los aviones. El paso por el ejército de Tenhaaf incluye haber formado parte de la operación Noble Eagle, una iniciativa de seguridad nacional de Estados Unidos en respuesta a los atentados del 11 de septiembre de 2001.
«Para mí, enrolarme en el ejército era algo que creía que tenía que hacer», nos explica este padre de tres hijos. «Aprendí disciplina, y la inculco a mis hijos».
Cuando era joven, el sentido del deber de Tenhaaf se fue afianzando con las historias de las experiencias de sus padres durante la guerra.
Su padre, Jan, había combatido como teniente en el Real Ejército de los Países Bajos; fue uno de los líderes del movimiento de resistencia, y llegó a esconder a aviadores británicos y estadounidenses. Su trabajo encubierto quedó registrado en el libro Twilight Ramblings. La madre de Tenhaaf, Fredricka, pasó la guerra en un campo de concentración japonés en Indonesia. Sus padres se conocieron cuando Jan fue enviado a liberar Indonesia como parte de un contingente militar. La familia se trasladó a Estados Unidos después de la guerra.
Actualmente, Tenhaaf dice que se identifica como «indo-holandés», un grupo minoritario que con frecuencia se ha descrito como «marginado» en la sociedad.
"Cuando hay que arreglar una máquina, no me conformo con cualquier cosa. Quiero arreglarla de la forma correcta. Usar las piezas correctas y no pasarle el muerto a otro. Mejorar la máquina."
John Tenhaaf
Fotografía de la madre y el padre de John Tenhaaf's
John Tenhaaf, pasando tiempo en familia
«Cuando era niño tuve que lidiar con el racismo», afirma. «Tenía la piel oscura y el cabello negro, como mi madre. La gente usaba muchas expresiones racistas para referirse a mí. En el mundo actual, entiendo de dónde vienen muchas personas. Trabajo en un lugar diverso culturalmente hablando. Nos respetamos unos a otros. La familia es importante, ya sea de sangre o no».
En su tiempo libre, Tenhaaf respalda a la United Service Organizations y organizaciones de concienciación sobre el suicidio entre militares, como Til Valhalla Project y el movimiento #22ADAY. Además, está transmitiendo su pasión por «cualquier cosa con motor o ruedas» a su hijo Clayton, de 12 años. Visitar el lugar donde trabaja su padre ha sido una experiencia emocionante para este alumno de primero de secundaria que construye robots de Lego y al que le encantan las clases de STEM.
«Le digo que los robots son el futuro», dice Tenhaaf. «Aprende todo lo que puedas sobre ellos».
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