‘Abejas colaborativas’: Proteger a los polinizadores, promover la apiterapia
Cuando Silvia Viazankova les cuenta de las abejas a los niños de preescolar, les permite tocar abejas macho sin aguijón para generar conciencia sobre los polinizadores y eliminar el miedo. Les enseña una flor de plástico, una abeja y una manzana para explicarles cómo las abejas ayudan a producir sus frutas favoritas. Les deja probarse el equipo de apicultura. Incluso se deja picar la mano por una abeja hembra. Luego les muestra una forma sencilla de extraer el aguijón antes de que el músculo del saco venenoso bombee la mayor parte del veneno al interior del cuerpo.
Durante el día, Viazankova es administradora de logística en la división de Magna Slovteca en Eslovaquia. En su tiempo libre, es apicultora certificada y educadora que enseña a los niños sobre la protección de los polinizadores y a los adultos sobre la apiterapia.
Silvia Viazankova, Logistics Administrator
“Deberíamos aprender de las abejas. Entienden su trabajo y trabajan eficazmente en grupo".
La apiterapia es una terapia alternativa que utiliza productos elaborados por las abejas con fines medicinales. Entre estos productos se encuentran la miel, la cera de abeja, la jalea real, el polen, el propóleo y el veneno de abeja.
“Las abejas no solo tienen un gran impacto en la Tierra”, expresó Viazankova. “Pueden ayudarnos a cultivar nuestra salud de forma natural”.
La veterana de Magna, con 12 años de experiencia, dijo que su interés por las abejas empezó cuando estaba de licencia por maternidad tras el nacimiento de su hijo Imrich. En la actualidad, el niño de seis años ayuda a su madre y a su padre Martin a mantener cinco estaciones con tres o más colmenas cada una en su ciudad natal de Zabudisova y en otros lugares de Eslovaquia. Los ayuda a fabricar velas de cera de abeja y a extraer miel.
La familia de Viazankova se dedica a la conservación en dos frentes.
Además de apoyar a lo que los ecologistas denominan el "insecto más influyente" para sustentar la vida humana, han plantado más de 400 árboles en su casa y en todo su pueblo. Plantar árboles frutales puede marcar la diferencia, dado que, de esta manera, se amplía el hábitat favorable para los polinizadores. Las abejas son esenciales para polinizar muchos cultivos frutales, como ciruelas y cerezas.
Viazankova admira a las abejas porque son el ejemplo natural del valor fundamental de Magna —“ser colaborativo”— y un modelo de trabajo en equipo. También se consideran entre los seres vivos más enérgicos y trabajadores. Pero también están amenazadas, con poblaciones de abejas en declive en las últimas décadas debido a las prácticas agrícolas, los cambios climáticos y los pesticidas.
“Deberíamos aprender de las abejas”, afirmó. “Entienden su labor y trabajan eficazmente en grupo. Debemos protegerlas y educar a nuestros hijos sobre su importancia”.
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