Huellas en una gran carrera

Análisis forense de Magna

Gran parte del trabajo del equipo consiste en probar la calidad y durabilidad de los materiales del sector automotriz para componentes, como defensas y puertas traseros de vehículos eléctricos, y materiales reciclados, incluido el cáñamo, para piezas exteriores.

«Los datos que generamos se introducen en un software de modelado de simulación y ayudan a predecir cómo reaccionará el material en todo tipo de circunstancias», explicó Bahash.

Entre los dispositivos del inmaculado laboratorio se incluye un microscopio electrónico de barrido que puede ampliar objetos hasta 300,000 veces para acercarse a una pieza y determinar si un problema se debe a un impacto brusco o a la fatiga. Este análisis de fallas puede ayudar a resolver problemas de revisión de producto y otras inquietudes. Otras máquinas imitan condiciones meteorológicas extremas para comprobar el comportamiento de las piezas en distintos climas.

«La versión de CSI de Magna estudia una pieza, no una persona», afirmó Bahash. «Pero la idea es la misma».

Fabricando misterio

Los científicos también pueden ayudar a resolver «casos» en las divisiones.

Una de las primeras misiones de Šušnjar fue ayudar a una división de Magna a determinar el origen de un misterioso residuo blanco en una tapa roja de la cadena de ensamble. Mediante la espectroscopia infrarroja por transformada de Fourier (FTIR, por sus siglas en inglés), una herramienta para identificar materiales determinó que la sustancia era un producto lácteo, muy probablemente leche en polvo, que podía haber ingresado a la planta a través del aire o en equipos externos utilizados en otras plantas. La preocupación no causó problemas y se resolvió rápidamente.

Además de probar varias fórmulas de un componente sometiéndolo a una solución de lavado de coches, refrigerante y repelente de insectos con DEET, su trabajo de laboratorio incluye comprobar el contenido de humedad de los gránulos fabricados a partir de residuos domésticos para su uso en vehículos para ver si son porosos y pueden hincharse o romperse con el uso.

Mientras obtenía una licenciatura combinada en ciencias forenses y antropología de la Universidad de Windsor, Šušnjar realizó un curso intensivo obligatorio de dos semanas de formación en ciencias forenses en la Escuela de Policía de Ontario (Aylmer, Ontario). La formación incluyó análisis de patrones de salpicaduras de sangre, fotografía forense, peritaje en juicios, levantamiento de huellas dactilares, marcas de neumáticos y huellas de pisadas. Sus credenciales también incluyen prácticas profesionales en Detroit con la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos, una agencia de aplicación de la ley de EE. UU.

«La investigación forense, por definición, es derecho y defensa de las personas», afirmó. «Se trata de hacer las preguntas correctas y presentar las pruebas: la verdad. En Magna, soy una de las colaboradoras que defienden los productos de Magna y mantienen su integridad para que el cliente esté seguro y satisfecho con nuestros productos».